sábado, 9 de noviembre de 2013

BARBASTRO, CORAZÓN DEL SOMONTANO (PINCELADAS HISTÓRICAS)

Desde muy antiguo, Barbastro desempeña la importante función de ciudad comercial y de servicio para sus habitantes, de la comarca del Somontano y zonas puntuales del Pirineo adyacente, funciones que le han conferido su particular desarrollo urbano.

El origen de la ciudad es muy remoto y pocas poblaciones han sufrido tantos avatares.
Durante la dominación árabe fue Barbastro ciudad importante, al menos eso se desprende de lo escrito en el siglo XI por el historiador musulmán Ibn-Hayyan, que se dolía de la pérdida de la ciudad, y según él "hizo temblar la tierra hispánica hasta sus últimos confines".


A comienzos del siglo IX Barbastro se levanta en torno a un importante castillo que, más tarde, se convirtió en fortaleza señorial o zuda;  siendo durante esta época, Barbastro, capital territorial musulmana. Se construyeron una serie de murallas y torreones, una Mezquita Mayor, que más tarde se convertiría en Catedral. Otra mezquita, aunque de menor importancia fue la de Santa Fe, conservada hasta el siglo XIX, que con el tiempo pasó a ser una preciosa iglesia románica decorada con pinturas murales; su portada ha llegado hasta nuestros días, en otro emplazamiento, la capilla del cementerio municipal.


La conquista definitiva de la ciudad tuvo lugar el 18 de octubre del año 1.100 por el rey Pedro I.  A partir de entonces, Barbastro se convirtió en una de las ciudades más importantes del reino de Aragón, con rango de verdadera capitalidad, durante el breve reinado  de Ramiro II el Monje; quien en las Cortes aquí celebradas, abdicó el gobierno en su yerno Ramón Berenguer IV, quien se había convertido en su sucesor mediante casamiento con la hija de Ramiro II, Dª Petronila, el 22 de agosto de 1.137. Así, pues, podemos decir que Barbastro es la cuna de la unión de Aragón y Cataluña.
Barbastro, desde su conquista, tuvo el rango de ciudad infanzona con voto en Cortes.

LAS ESPECTACULARES VISTAS DESDE LA CIMA DE GUARA


DESDE LA CIMA, E INCLUSO ANTES DE ALCANZARLA LAS VISTAS SON MAGNÍFICAS...
DESDE SU CARA NORTE SE APRECIAN CLARAMENTE LOS PIRINEO.


La grandiosidad salvaje y hermosa de Guara, no está tanto en su altura sino en la espectacularidad de los paisaje que se aprecian y el panorama esculpido por el agua, el viento y los ríos.
Desde lo alto, las lomas  y pico de Guara (Cabezo de Guara 1.870 m, Tozal de Guara 2.077 m.), se observan las formas redondeadas por el viento, las lluvias y el hielo... Estos elementos climáticos han desraizado de las crestas fragmentos de piedras, formando grandes gleras.
Anualmente, unos 1.000 mm de agua de lluvia se filtran con diligencia hacia el subsuelo, dando origen a ríos subterráneos (fenómeno kárstico) que en algunas ocasiones vuelven a la superficie en forma de surgencia o fuente (Tamara, Puntillo o Mascún) en el mismo cauce del río donde vierte el agua.  Si el agua que se registra en el interior de la tierra es muy fuerte, se filtra a través de sumideros, llamados "solencios".
Estos ríos se abren paso por entre las calizas, dejando, tras millones de años, al disolver estos materiales, paisajes de profundos barrancos, foces y gargantas; sin olvidar las impresionantes paredes verticales, crestas... (Ciudadela de Mascún, Cuca Bellosta, Portal de la Cunarda...)